Crónica de una documentalista silenciada
Después de pasar casi dos años en la cárcel, la cineasta chilena Elena Varela ahora pelea por distribuir su filme "Newen Mapuche", sobre el abuso policial del que son víctima las comunidades indígenas del sur de su país.
POR Carolina Rojas Elena lleva una piedra atada al cuello, un amuleto que parece tallado en el paleolítico, un regalo que agradece. "Es la fuerza de la Patagonia", dice antes de sentarse a la mesa y ordenar una ensalada. Ese colgante, es algo más que un trozo del cerro Mackay, ubicado en la ciudad de Coyhaique al sur de Chile. Se la obsequiaron los patagones. La gente de esa tierra que pocos santiaguinos conocen, y que será invadida por las represas del polémico proyecto Hidroaysén (se aprobó la semana pasada). Ella adhiere a su causa, porque dice que de los mapuches, la otra etnia que ama, aprendió a adorar la tierra y a sacar fuerzas de ella.
Hoy, nuevamente saca fuerzas de flaqueza para andar ese camino pedregoso que no termina. Hace cinco años comenzó a rodar su documental "Newen Mapuche" y hoy quiere que se distribuya y publicite. Correr el velo al conflicto mapuche y sortear ese cerco informativo del que no se salva ni la prensa chilena, ha sido una de las cosas más difíciles que le ha tocado vivir. Su alivio, viene de quienes han visto su cinta, saben del abuso policial que relatan los integrantes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), de los Lonkos (máxima autoridad mapuche) acusados de terroristas, de las ancianas violentadas y niños traumatizados, que dibujan militares dentro de sus casas.
Newen Mapuche significa la fuerza de la gente de la tierra en la lengua mapudungún, y también es el título que la cineasta eligió cuando su proyecto ganó un fondo de la Corporación de Fomento (Corfo) hace cinco años. Primero quería documentar la música mapuche, pero siguió con las comunidades y el movimiento mapuche. Lo que sigue es una historia que algunos ya conocen. La detuvieron sorpresivamente, fue acusada de pertenecer al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y de Asociación ilícita en el marco de la Ley antiterrorista. Gran parte del material que tenía fue requisado y nunca más lo recuperó.
Varela estuvo casi dos años en prisión hasta que en abril del 2010, el tribunal de Villarrica desestimó los argumentos esgrimidos por parte de la Fiscalía absolviéndola de todo cargo.
Pero cuando todo parecía terminar bien, comenzó la segunda parte de esta verdadera epopeya. La semana pasada se hizo pública la información sobre la negativa de la Corfo, a través de su programa de Fomento al cine y a la industria audiovisual, para entregarle recursos que permitan la distribución nacional e internacional de Newen Mapuche. Pese a obtener una alta calificación por parte del comité evaluador de cine del organismo, al documental se le bajó el pulgar por el daño que podría causar a la imagen país.
Según el informe de transparencia al que accedió Varela, este es el único caso en que se rechaza la entrega de recursos tras obtener aprobación positiva (6 en una máxima de 7) La Asociación de Documentalistas de Chile (ADOC) definió el hecho como censura. La agrupación no está de acuerdo con la argumentación de Corfo en uno de los puntos. "Carece de potencialidad como difusor de la imagen país. La evaluación que otorga el Comité de Asignación de Fondos CAF (...) 'El nivel de apoyo a la imagen del país en el exterior' es bajo, por considerar que el contenido no favorece el desarrollo productivo de una Región como la Araucanía, presentándola como una zona de conflictos más que de oportunidades y generando externalidades negativas para la misma".
Ignacio Agüero, documentalista chileno, miembro de ADOC, comenta que este hecho se explica como una censura política en la línea del acoso que ha sufrido Elena por parte de todas las instituciones gubernamentales, acciones que comenzaron durante el gobierno de Michelle Bachelet y que parecen no darle tregua. "¿Qué se censura?, La posibilidad de entender que el pueblo mapuche tiene un camino contradictorio con el uso de la propiedad de sus tierras que hoy está en manos de grandes compañías forestales y eléctricas", dice.
De esta guerra, a Elena le quedan los malos recuerdos. Tras la acción policial, su detención y los interrogatorios pensó que no volvería a ver a su hija, aunque confiesa que siempre conservó la convicción de que saldría en libertad. "Los católicos lo pueden llamar ángel guardián, los mapuches weichafe... En todo momento, una voz, me dijo que todo saldría bien".
Elena, ¿le envió una carta al ministro de Cultura Luciano Cruz Coke? ¿Qué medidas van a tomar si no hay respuesta?
Hoy me tienen que contestar y fui a dejar otra carta a la Corfo para que me respondan el pedido de reposición que envié tras la negativa de los recursos para la distribución. Lo considero una censura, si la próxima respuesta es una negativa, podríamos cambiar de estrategia con alguna movilización.
¿De todo lo que pasó hace cuatro qué recuerdos le quedan?
Me dolió mucho la violación a los derechos humanos, la indiferencia, como la muerte de Alex Lemún, el joven comunero mapuche asesinado por un mayor de Carabineros, un caso en el que todavía no se hace justicia. Todo lo que he resistido en el encierro, en términos judiciales y la censura, son cercos que me pueden poner, pero que soporto porque aprendí de la resistencia de los mapuches, soy casi mapuche.
-Han pasado tres años ¿Qué recuerda del día de la detención?
Ese día estábamos filmando con el equipo de cine. Éramos cinco personas, la mayoría era gente de Santiago que contraté, entre ellos estaba el asistente de dirección, dos mapuches que trabajaban conmigo, un comunero que era cantante y un fotógrafo boliviano. Vi hombres armados en mi casa, todos de civil. Me metieron a un auto, me interrogaron y me dijeron que mi hija estaría muy mal sin mí. Me llevaron a la cárcel de Rancagua como una terrorista, esposada de pies y manos.
En abril de 2010 Elena salió en libertad y se dedicó a terminar el documental que fue exhibido seis meses después. Dice que Newen Mapuche merece ser vista en Chile y el extranjero y que otra vez librará una lucha en contra de la censura.
De todo el mapudungún (idioma mapuche) que acuñó, ¿qué palabra se quedó con usted?
Una que es muy hermosa, marichiweu, que quiere decir diez veces venceremos.
Hoy, nuevamente saca fuerzas de flaqueza para andar ese camino pedregoso que no termina. Hace cinco años comenzó a rodar su documental "Newen Mapuche" y hoy quiere que se distribuya y publicite. Correr el velo al conflicto mapuche y sortear ese cerco informativo del que no se salva ni la prensa chilena, ha sido una de las cosas más difíciles que le ha tocado vivir. Su alivio, viene de quienes han visto su cinta, saben del abuso policial que relatan los integrantes de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), de los Lonkos (máxima autoridad mapuche) acusados de terroristas, de las ancianas violentadas y niños traumatizados, que dibujan militares dentro de sus casas.
Newen Mapuche significa la fuerza de la gente de la tierra en la lengua mapudungún, y también es el título que la cineasta eligió cuando su proyecto ganó un fondo de la Corporación de Fomento (Corfo) hace cinco años. Primero quería documentar la música mapuche, pero siguió con las comunidades y el movimiento mapuche. Lo que sigue es una historia que algunos ya conocen. La detuvieron sorpresivamente, fue acusada de pertenecer al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y de Asociación ilícita en el marco de la Ley antiterrorista. Gran parte del material que tenía fue requisado y nunca más lo recuperó.
Varela estuvo casi dos años en prisión hasta que en abril del 2010, el tribunal de Villarrica desestimó los argumentos esgrimidos por parte de la Fiscalía absolviéndola de todo cargo.
Pero cuando todo parecía terminar bien, comenzó la segunda parte de esta verdadera epopeya. La semana pasada se hizo pública la información sobre la negativa de la Corfo, a través de su programa de Fomento al cine y a la industria audiovisual, para entregarle recursos que permitan la distribución nacional e internacional de Newen Mapuche. Pese a obtener una alta calificación por parte del comité evaluador de cine del organismo, al documental se le bajó el pulgar por el daño que podría causar a la imagen país.
Según el informe de transparencia al que accedió Varela, este es el único caso en que se rechaza la entrega de recursos tras obtener aprobación positiva (6 en una máxima de 7) La Asociación de Documentalistas de Chile (ADOC) definió el hecho como censura. La agrupación no está de acuerdo con la argumentación de Corfo en uno de los puntos. "Carece de potencialidad como difusor de la imagen país. La evaluación que otorga el Comité de Asignación de Fondos CAF (...) 'El nivel de apoyo a la imagen del país en el exterior' es bajo, por considerar que el contenido no favorece el desarrollo productivo de una Región como la Araucanía, presentándola como una zona de conflictos más que de oportunidades y generando externalidades negativas para la misma".
Ignacio Agüero, documentalista chileno, miembro de ADOC, comenta que este hecho se explica como una censura política en la línea del acoso que ha sufrido Elena por parte de todas las instituciones gubernamentales, acciones que comenzaron durante el gobierno de Michelle Bachelet y que parecen no darle tregua. "¿Qué se censura?, La posibilidad de entender que el pueblo mapuche tiene un camino contradictorio con el uso de la propiedad de sus tierras que hoy está en manos de grandes compañías forestales y eléctricas", dice.
De esta guerra, a Elena le quedan los malos recuerdos. Tras la acción policial, su detención y los interrogatorios pensó que no volvería a ver a su hija, aunque confiesa que siempre conservó la convicción de que saldría en libertad. "Los católicos lo pueden llamar ángel guardián, los mapuches weichafe... En todo momento, una voz, me dijo que todo saldría bien".
Elena, ¿le envió una carta al ministro de Cultura Luciano Cruz Coke? ¿Qué medidas van a tomar si no hay respuesta?
Hoy me tienen que contestar y fui a dejar otra carta a la Corfo para que me respondan el pedido de reposición que envié tras la negativa de los recursos para la distribución. Lo considero una censura, si la próxima respuesta es una negativa, podríamos cambiar de estrategia con alguna movilización.
¿De todo lo que pasó hace cuatro qué recuerdos le quedan?
Me dolió mucho la violación a los derechos humanos, la indiferencia, como la muerte de Alex Lemún, el joven comunero mapuche asesinado por un mayor de Carabineros, un caso en el que todavía no se hace justicia. Todo lo que he resistido en el encierro, en términos judiciales y la censura, son cercos que me pueden poner, pero que soporto porque aprendí de la resistencia de los mapuches, soy casi mapuche.
-Han pasado tres años ¿Qué recuerda del día de la detención?
Ese día estábamos filmando con el equipo de cine. Éramos cinco personas, la mayoría era gente de Santiago que contraté, entre ellos estaba el asistente de dirección, dos mapuches que trabajaban conmigo, un comunero que era cantante y un fotógrafo boliviano. Vi hombres armados en mi casa, todos de civil. Me metieron a un auto, me interrogaron y me dijeron que mi hija estaría muy mal sin mí. Me llevaron a la cárcel de Rancagua como una terrorista, esposada de pies y manos.
En abril de 2010 Elena salió en libertad y se dedicó a terminar el documental que fue exhibido seis meses después. Dice que Newen Mapuche merece ser vista en Chile y el extranjero y que otra vez librará una lucha en contra de la censura.
De todo el mapudungún (idioma mapuche) que acuñó, ¿qué palabra se quedó con usted?
Una que es muy hermosa, marichiweu, que quiere decir diez veces venceremos.
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